sábado, 25 de febrero de 2017

Los otros sentidos. Por David Topi.


La historia de la humanidad está repleta de ejemplos de personas que desarrollaron todo su potencial hasta niveles insospechados, y nadie pudo explicar como lo habían hecho, de tal forma que se empezaron a crear mitos y leyendas de “súper personas” con “poderes”, y con niveles de capacidades que se consideran sobrehumanas en estos momentos. Todos esos mitos, como ya sabemos, tienen como objetivo desprestigiar y descolocar a la psique humana respecto al potencial interior y latente en cada persona, con lo que se instalan filtros y programación que consigue hacer pasar por fantasía aquello que es realmente una realidad latente y potencial en la configuración que tiene nuestra estructura multidimensional.

Pero hoy no vamos a hablar de superhéroes sino de funciones latentes en el ser humano, qué, en algún momento de la evolución de nuestra especie, serán moneda de uso corriente para todos, pero, para no crear fantasías y especulación al respecto, las trataremos como lo que son: sentidos presentes en nosotros con la misma naturaleza que los cinco que ya poseemos, pero que están apagados, o desconectados. Tarde o temprano, el ser humano se verá abocado a una serie de ajustes energéticos que le proporcionarán, lo quiera o no, la activación de diferentes capacidades que, por no tenerlas activas hoy en día, impiden que podamos ver el gran esquema de la realidad y de cómo funcionan las cosas entre bambalinas. Es algo que no se puede evitar, pues está así codificado en el ADN un rango específico para cada uno de nosotros que marca hasta donde los sentidos físicos pueden captar del espectro electromagnético, y hasta donde las habilidades que uno trae inherentes en sus genes están activas.

Entonces, ¿de dónde vienen estas habilidades  que se consideran fuera de lo común y porqué las tenemos? Básicamente porque tenemos ADN de muchas especies de muchas partes de la galaxia, y, en sus lugares de origen, ese ADN está plenamente funcionando, ya que se considera que la parte más densa de cada uno de los lugares evolutivos de donde proceden aquellos que nos crearon, tiene una estructura tanto física como energética, y gran parte de sus habitantes tienen sentidos para poder moverse cómodamente por ambas. Es decir, que cuando se nos dice que tenemos habilidades extrasensoriales latentes, y lo tomamos como un “wow, que pasada”, en realidad tendríamos poco menos que enfadarnos porque se nos hayan quitado cinco de las seis marchas que nuestro coche posee, pero que, de donde vienen los fabricantes del coche, son de uso común, y por lo tanto, aquellos que diseñaron el vehículo y dieron parte de si para ello, imbuyeron con total naturalidad en nosotros porque en ellos así está presente.

Esto significa que todos los seres conscientes tienen la particularidad y la habilidad de percibir la estructura multidimensional en la que existen, que no es algo vetado ni escondido, y que no es algo que se intente disfrazar o bloquear, por lo que no es en ningún otro sitio más que, prácticamente, en este planeta, donde este tipo de configuración “activa a medias” está presente. El hecho de que esto sea así, es decir, que todo ser consciente tenga sentidos tanto físicos como extra físicos de forma natural, es porque la vida ocurre a muchos niveles, y no tiene sentido que la consciencia de un ser, esté en la parte de la galaxia o de la Creación en la que esté, no tenga acceso a todos los niveles de su propia existencia, y no pueda percibir esta con sentidos que captan los planos más densos, o con sentidos que captan los planos más sutiles en la que posee también una parte de si mismo.

La razón por la que hoy nos metemos en este tema que es tan fácil de dirigir hacia la pura fantasía y la charlatanería, es porque se hace necesario romper algunos esquemas en nuestro inconsciente colectivo de que lo único que es válido es lo que se percibe con los cinco sentidos, y tenemos que tener en cuenta, que, aunque no los podamos o sepamos activar ahora mismo, tenemos mucho más imbuido en nosotros.

¿Cómo vamos a ir despertando las herramientas que nos permiten entender todo el universo en el que existimos? 

Con los procesos automáticos de alquimia interior que se suceden cuando nutrimos y usamos correctamente nuestra energía, tal y como dijimos en el anterior artículo sobre otras partes de nosotros que trabajan por nosotros y tal y como explicamos en la conferencia “humanidad y salto evolutivo” que tenéis disponible aquí, para que aprendamos la importancia de usar correctamente nuestra energía a la hora de despertar el resto de funciones de nuestro coche que vienen de serie, pero que ni siquiera sabemos que tenemos pendientes de ser descubiertas y puestas en marcha.

Todos aquellos que estéis empezando a ver que os pasan cosas raras a nivel de percepción, que uno empieza a sentir, percibir, captar, etc. cosas que antes no podía, ha pasado por la fase de ver detonarse los miedos que tenemos todos a hablar de ello con el resto del mundo, ya que nos asaltan cosas del tipo ¿que van a pensar de mi?, o mejor dicho, ¿me estaré volviendo loco, me estaré inventado cosas, será mi imaginación? Es posible que en algunos casos así sea, y hemos de tener herramientas para evitar y detectar la manipulación y el envenenamiento mental, pero, en muchos otros casos, están cambiando tanto los campos energéticos del planeta, y está cambiando sutilmente tanto nuestra configuración energética, que poco a poco muchas personas empiezan a tener atisbos de lo que siempre se ha considerado pura parafernalia paranormal. Al no tener referencias claras, ciertas, seguras, lógicas y con los pies en la tierra, de que este tipo de sucesos forman parte de la activación esporádica de habilidades que tenemos todos incorporadas, nos autosaboteamos mucho más de lo necesario, al no ser capaces de entender porqué sabemos lo que sabemos, percibimos lo que percibimos, o captamos cosas que antes no captábamos y que están fuera del rango de los sentidos terrenales.

Nada de qué preocuparse, cuando algo que no ha sido usado nunca empieza a despertarse, puede causar dudas, incerteza y todo tipo de pensamientos sobre nuestra propia cordura detonados por los programas imbuidos normalmente en el sistema de creencias que poseemos, y nos cuesta confiar en nosotros mismos y en eso que llega por canales no habituales de percepción extrasensorial. Es algo normal, y lo empezará a ser cada vez más. Apliquemos sentido común y observemos lo que nos llega con tranquilidad, para ir afinando y refinando, filtrando lo que no sirve, y empezando a usar el resto de herramientas que todos tenemos en nosotros listas para dotarnos de nuevos utensilios con los cuales conocer y comprender mejor nuestra realidad.

un abrazo,
David Topí


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