domingo, 7 de agosto de 2016

LA PRÁCTICA CORRECTA DE LA MEDITACIÓN.



Meditar no se trata solo de sentarse y cerrar

 los ojos,

se trata de algo mucho más profundo que eso.


Durante la práctica de meditación, 

hay mucho ruido en la cabeza;

un movimiento mental constante y juguetón,

que atrae completamente toda nuestra 

atención.

Para meditar correctamente,

hemos de trascender este movimiento mental,

hemos de elevarnos por encima del

 pensamiento,

y que el movimiento mental llegue a la calma
total.


Ésta es la finalidad de la verdadera

 meditación.

¿Qué es lo que debemos hacer?

Es muy importante permanecer alerta, 

consciente,

atento a todo este movimiento mental.

Vemos como los pensamientos vienen y van,

pero no vamos a hacer nada para calmarlos,

pues estaríamos poniendo resistencia,

y toda resistencia es lucha interna,

la cual no conduce a la paz.

La clave es no hacer ningún esfuerzo,

simplemente descansar en nuestra propia 

presencia,

observando el movimiento mental.

Los pensamientos tenderán a llamar tu 

atención, a distraerte,

y en medio de todo ese movimiento mental, 

un pensamiento con una gran intensidad,

aparecerá para que le sigas la corriente,

para que entres en su juego y te apegues a él.

No debes permitir que esto suceda,

por tanto, hay que permanecer 

completamente alerta,

con tu atención puesta en un punto;

puede ser la respiración,

puede ser un objeto en tu mente,

o puede ser tu propia presencia.

Pon tu atención en uno de estos puntos y 

descansa ahí,

alerta... presente... consciente de todo lo que 

sucede,

pero sin intervenir en nada, únicamente 

descansando,

únicamente siendo, únicamente en silencio.

Mientras va pasando el tiempo,

tu atención está centrada en el mismo punto,

permaneces completamente sereno, atento,

no haces esfuerzo alguno,

simplemente reposas en tu propio silencio,

y gozas de estar siendo.

En este momento, el movimiento mental va 

desapareciendo,

se va calmando y todo va volviendo al 

equilibrio interno.

Este punto es fundamental en la meditación.

Es solo en el más puro silencio,

cuando el movimiento mental ha llegado a su 

calma total,

que deviene el vacío... un vacío de 


contenido...

un espacio-silencio omnipotente,

en el cual te fundes completamente.

El movimiento ha desaparecido,

solo permaneces Tú, siendo en tu propio 

silencio...

Ésta es la finalidad de la meditación;

hallar la paz y el equilibrio interno,

trascendiendo completamente todo el 

movimiento.



Fuente: Camino al Despertar 



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