miércoles, 19 de agosto de 2015

Sanarse usando la Presencia Divina. Saint Germain.


La única forma segura de liberarse de las condiciones corporales radica en dejar de pensar constantemente en el cuerpo. Si a veces parece surgir algo que necesita ser corregido en el cuerpo, pon la mente en Dios y sosténla allí hasta que la condición que parecía requerir de un agente terapéutico desaparezca de repente. Por esta razón surge de vez en cuando un estudiante que concibe la idea de que no hay nada que sanar —porque todos aquellos que practiquen esto en el instante que parece darse una apariencia de algo discordante en el cuerpo, y que pongan la mente en Dios, sabrán que dicha “Presencia” es el agente terapéutico más poderoso que existe en el Universo.

Mediante el uso de esta aplicación, muchos serán liberados instantáneamente de cualquier condición corporal que parezca tender a capturar la atención. De hecho, esto es tomar conscientemente el problema y llevarlo al Gran Silencio donde no hay nada que sanar porque allí todo es Perfección. Esto se aplica tanto en el mundo de los negocios como en la sanación del cuerpo. De hecho, todo aquello que parezca expresar imperfección puede ser manejado de la misma manera.

NO PUEDE LOGRARSE LA LIBERACIÓN PERMANENTE DE CONDICIÓN CORPORAL ALGUNA EN TANTO QUE SE PERMITA A LA MENTE O ATENCIÓN SER ATRAÍDA A LA CONDICIÓN DE LA CUAL UNO PRETENDE LIBERARSE. 

Mucha gente aplica lo mismo a las negaciones, porque cuanto más nieguen algo, tanto más se atarán a ello, ya que al negarlo están permitiendo que la atención repose justamente sobre la cuestión de la que desean liberarse.

A fin de realmente practicar la Presencia de Dios, tenemos que saber que sólo hay Una Inteligencia que puede actuar, Un Poder que utilizar, y Un Amor con el cual llevar a cabo. Con esto ustedes saben que tienen dentro de sí la Victoriosa Actividad Conquistadora en todo momento. Así, doquiera que haya que hacerle frente a algo —sin importar qué—, en el momento en que parezca presentarse una apariencia, digan lo siguiente utilizando su respectivas Alas de Determinación y Poder: «Dios mío, soluciona este problema, ¡Y hazlo de una vez! ¡Te doy todo el poder donde éste corresponde! ¡Te reconozco como La única Actividad! Por lo tanto, esta apariencia no es real, y se disuelve instantáneamente ante Tu Magna Presencia!»

EL MÉTODO YA HA SIDO SUMINISTRADO

Si los estudiantes utilizaran esto continuamente, pronto se encontrarían con que no tienen problemas. Según las condiciones lo permitan, ustedes notarán que esto que se les ha dado no es más que una minúscula parte de lo que se les puede dar de su uso —en la medida en que ustedes se hagan más conscientes de lo que están obteniendo, no sólo en qué hacer sino en cómo hacerlo. Es igual que un maestro en una escuela externa que le da un problema a un chico. También le muestra el método mediante el cual solucionar el problema; de lo contrario, resultaría un maestro muy ineficiente.

El estudiante siempre encontrará que doquiera que haya la sinceridad y diligencia suficientes, así como un constante llamado pidiendo Luz y Entendimiento, siempre aparecerá la manera de impartir el Conocimiento que le llevará a la Liberación. La Verdadera Actividad, cuando hemos llegado a este actual estado de comprensión, es no darle la más mínima tregua a las apariencias externas.

ELIMINAR VIEJOS HÁBITOS PARA SUPERARSE

Al llegar a este punto, los estudiantes deberían analizar lo externo constantemente —no de manera crítica, sino para estar conscientes de lo que necesita ser cambiado. Los estudiantes sinceros deben despedazar tenazmente todos los viejos hábitos personales, sin importar de cuál pueda tratarse —ya que justamente es esto lo que ata.

Muchos estudiantes no le dan la más mínima consideración a esto. El viejo hábito personal es la serpiente en el jardín —como quien dice. Lo que quiero analizar es lo siguiente: saber qué es lo que hay que despedazar, especialmente aquellas cuestiones que antes considerábamos eran hábitos necesarios. Son muchas las cosas pequeñas en la vid de una persona que son limitaciones, y que pueden ser disueltas. 

Tenemos que resquebrajar los viejos hábitos así como el hielo se parte en la primavera, ya que ellos forman incrustaciones que impiden el desarrollo apropiado.

Cuando los viejos hábitos están establecidos, se desencadena una rebelión en lo externo cuando viene el cambio; y esto siempre perturba los sentimientos. Este es uno de los grilletes del alma que más se desconoce.
No hay una persona en mil que tenga la más leve idea de la cantidad de estos viejos hábitos personales hasta que gira en redondo y los ve; sólo entonces podrá el individuo ver cómo estas incrustaciones lo tienen atado.

La llamada serpiente —que no es más que rebelión y resentimiento— no encontrará nada con qué alimentarse al desbaratar estos hábitos. Por lo tanto, se irá a otras tierras más fértiles a cazar; o, en otras palabras, desaparecerá por completo de tu jardín. Al despedazarse los viejos hábitos, desaparecerá toda resistencia a la Verdad. La actitud correcta es la de aceptar gozosamente la Verdad, sin importar cuánto pueda esta lacerar lo externo. Por tal razón tenemos que mantener siempre la guardia en alto en la puerta que da a nuestro mundo externo.
Tomado del libro: Instrucción de un Maestro Ascendido – Saint Germain – pag 31
http://yosoyespiritual.com/


No hay comentarios.:

Publicar un comentario