martes, 21 de julio de 2015

LA VIDA IMPERSONAL Joseph S. Benner. Capítulo XV


XV
LOS MAESTROS

519. Tú que aún estás sujeto a la idea, prescrita en varias enseñanzas, consistente en que Yo proporcionaré un "Maestro" o Preceptor Divino a cada aspirante a la unión conMigo, atiende estas Mis Palabras:

520. Es cierto que Yo te he permitido, en el pasado, escudriñar toda clase de libros místicos y enseñanzas ocultas, estimulando así tu secreto deseo de adquirir los poderes necesarios para lograr la unión enaltecida en tales enseñanzas, hasta el grado de despertar en ti alguna leve conciencia de posesión de tales poderes.

521. Aun más: Yo te he permitido tener la creencia de que practicando ciertos ejercicios, respirando de tal o cual manera o pronunciando determinados "mantrams", podrías atraer hacia ti a un "Maestro" de lo invisible que fuera tu
preceptor y te ayudara a prepararte para ciertas iniciaciones que te permitieran ser admitido con algún Grado elevado en tal o cual Orden secreta de los planos internos de la existencia, donde sería puesta a tu disposición mucha de Mi Divina Sabiduría.

522. No solamente he permitido esto, sino que, si puedes comprenderlo, fui Yo quien te llevó hacia dichos libros, quien te inspiró tal deseo y quien hizo que la creencia antes mencionada se arraigara en tu mente; mas sabe que no para los fines que tú te has imaginado.

523. Sí, Yo te he llevado por todas esas enseñanzas y he inspirado en ti tales creencias y secretos deseos, tratando de indicar a tu mente humana cuáles son las Fuerzas que Yo uso para dar expresión a Mi Divina Idea.

524. Yo, con toda intención, he descrito gráficamente estas Fuerzas como Jerarquías celestiales; y todavía, para que tu intelecto humano pudiera comprenderlas aún mejor, te las he representado en forma de Ángeles o Seres Divinos, es decir, agentes o ejecutores Impersonales de Mi Voluntad, ocupados
sólo en la tarea de dar expresión a Mi Idea que fue en un principio.

525. Pero, a pesar de todo, tú no has entendido.

526. Tu intelecto humano, prendado de la posibilidad de encontrar y comunicarse con uno de estos Seres, como se pretende en algunas de las aludidas enseñanzas, procedió desde luego a personalizarLos y comenzó a desear vehementemente Su aparición en tu vida, figurándose que Ellos se interesaban en tus asuntos humanos, y que con vivir de acuerdo con determinadas reglas enunciadas en ciertas enseñanzas, tú podrías hacerLos propicios a ti, para que así Ellos te ayudaran a ganarte el Cielo (Nirvana), o sea, la
Inmortalidad.

527. Ahora bien, sabe que Yo, con toda intención, he permitido que te recrearas en tales engañosas ilusiones, dejándote aspirar, implorar y esforzarte seriamente en obedecer todas las instrucciones que te fueran dadas; sí, aun te he alentado a proseguir, algunas veces, por las vislumbres que te di de seres ideales, presentados en visiones y sueños que fueron producto de tu mismo estado psíquico, cuyos seres Yo te permití creer que fueron los "Maestros" que
esperabas.

528. Aun puedo haber desarrollado en ti ciertas facultades que te hacen posible sentir la presencia de personalidades que han pasado ya al lado espiritual de la vida, las que habiendo sido atraídas por tus deseos, tratan de desempeñar
ante ti el papel de un Director o Guía.

529. Mas ahora para ti ha llegado ya el momento de saber que tales seres no son Maestros, así como que los verdaderos seres Divinos no se consideran a sí mismos como Maestros; y que YO y solamente Yo, tu propio y Verdadero Ser, SOY para ti, por ahora, el único Maestro, mientras no seas capaz de reconocerMe también en tu hermano.

530. Que cualquier ser, ya sea de forma humana o espiritual, que se te presente a tu conciencia y pretenda ser para ti un Maestro, o simplemente que permita que tú le llames Maestro, es nada más ni menos que una personalidad, lo
mismo que la tuya, y, por tanto, no es Divino, según tu mente humana entiende este término, a pesar de las muchas y hermosas "verdades" que él pueda predicar y las cosas "maravillosas" que haga.

531. Justamente en el grado en que tu mente humana busque o adore la idea de un Maestro en cualquier otro ser, no importa lo excelso o sagrado que pueda parecerte, en esa misma proporción serás alimentado con esas ideas; hasta que, quizá, Yo permita que en verdad te reúnas o te comuniques con tal "Maestro".

532. Pero si tal "privilegio" te es concedido sabe que será solamente con el fin de apresurar tu despertar por medio de la consiguiente desilusión que habrá de venirte cuando te percates de que ese "Maestro" no es, de cierto, sino una
personalidad que, aun cuando más adelantada que tú en el despertar, sin embargo es todavía una personalidad más no el Divino Uno que tu Alma, desde lo más intimo, anhela que tú conozcas.

533. Porque sabe que Yo te alimento con cada idea que pueda servir para enseñarte cuál es la realidad que está tras la apariencia; y si bien Yo te conduzco hasta una aparente decepción y aun a la pérdida de la fe con respecto a todas las
humanas enseñanzas, así como a toda humana y aun Divina perfección, ello es solamente para capacitarte a distinguir más claramente la sustancia de la sombra, preparándote, así, para ese más elevado Ideal que Yo espero presentar
claramente ante ti.

534. Tú puedes elevarte en tu personalidad humana solamente hasta donde el ideal que tu mente humana es capaz de concebir. Por medio del Deseo, Yo hago que Mi Voluntad se manifieste en ti, y también por medio del Deseo llevo a cabo muchas obras maravillosas.

535. Si dudas de esto, no necesitas para comprenderlo claramente sino recurrir a la Clave:

536. Pensar en un Maestro es crear un Maestro.

537. Esta idea de un Maestro, por virtud de tu pensamiento, se convierte en lo que tú deseas o imaginas que es un Maestro.

538. En otras palabras, por medio de tu pensamiento das forma, en torno a esta idea, a las características que tú te imaginas posee un Maestro. Tu mente humana, por medio del Deseo, por la aspiración o por la adoración,
necesariamente crea esas características en algún ser imaginario que no es ni puede ser más que una personalidad, por razón de que tú no puedes todavía concebir a un ser Impersonal.

539. Por tanto, de acuerdo con la intensidad de tu deseo, de tu pensamiento, esta idea debe, más tarde o más temprano, legar a una manifestación actual, ya sea atrayendo hacia a ti a tal personalidad en la carne, o bien a una hecha ya entidad en el reino de los sueños y visiones.

540. Tu mente humana, según está constituida, cree en ciertas ocasiones, que necesita de un Maestro a quien poder recurrir en demanda de ayuda y consejo para mitigar sus aflicciones o resolver sus problemas humanos, creyendo
que tales problemas de la vida pueden ser arreglados en esa forma. Y si Yo te pongo en contacto con uno de esos que crees Maestros, que frustra tus esperanzas o te engaña, y, finalmente, te obliga a dirigirte a Mí, tu propio Ser, lleno
de desaliento, desilusionado y humillado, es porque sólo hasta entonces quizás quedes listo y bien dispuesto para atenerte sólo a Mí en lo interno, para escuchar Mi voz, que por mucho tiempo te ha estado hablando, pero a la que tu mente orgullosa y egoísta no se ha dignado escuchar.

541. A ti que todavía no has pasado por esta experiencia; a ti que todavía no has encontrado al Maestro de tus aspiraciones, ni en lo humano ni como entidad espiritual (o mental); sí, a ti, dentro de quien Mis Palabras no han logrado aún producir un nuevo despertar, como respuesta a su verdad; a ti digo que te tengo reservadas ciertas experiencias que de seguro te conducirán finalmente hacia Mí; y entonces habrás de saber que YO SOY el Maestro, la Idea Inspiradora que origina todo pensamiento y va en él mismo, así como en cada aspiración hacia ese Maestro, bien sea que esa Idea Inspiradora entre a tu mente surgiendo de lo interno o llegando de lo externo.

542. Se ha dicho que: "Cuando el discípulo está listo, e Maestro aparece". Y esto es verdad en cierto sentido, mas no como tú lo has interpretado.

543. Tu secreto deseo en pro de un Maestro te lo traerá, pero sabe que sólo cuando Yo te haya preparado ya para que tal hecho acontezca. Aunque sabe también que la aparición de tal Maestro será sólo una apariencia de Maestro. Pues
cuando el verdadero Maestro o Preceptor aparezca, quizás nunca lo reconozcas, porque puede estar oculto en el amigo que se interesa por ti, en el asociado a tus negocios, en tu vecino y aun en tu propia esposa, hijo o marido.

544. Más tú que ya te has elevado sobre el Deseo, tú que ya no buscas más un Maestro o Preceptor, ni aun a Mí, sino que tan sólo vives en la fe de Mi eterna Presencia y Promesa; para ti Yo te reservo un grato hallazgo, una comunión que
producirá en tu Alma tal alegría y bienaventuranza, que tu mente humana es incapaz de concebir.

545. Ahora bien, todo esto es un misterio para ti, y mientras no lo puedas comprender, estarás justificado en sostener que lo antes dicho no está de acuerdo con ciertas declaraciones hechas aquí previamente, así como que también está en
contradicción con las enseñanzas contenidas en Mis otras Revelaciones.

546. Mas no te preocupes, pues este misterio te será revelado, si verdaderamente anhelas conocer Mi Designio.

547. Mientras tanto, ¿por qué has de darte por satisfecho en tu búsqueda, con algo que no sea lo más elevado?

548. ¿Por qué buscar la manifestación necesariamente limitada de Mi Perfección, que es lo que sólo pueden ofrecer el instructor, el guía, el maestro y aun el ángel, ya sea en lo meramente humano o ya en lo espiritual, cuando tú puedes acudir directamente a Mí, Dios en tu interno, el Omnisciente el Omnipotente, el Omnipresente, la Idea Inspiradora que es el origen de Todas las manifestaciones y se halla presente en lo íntimo de ellas? 549. Si YO SOY (o Estoy) en Ti, al igual que SOY (o Estoy) en cualquiera de aquellos a quienes buscas, así como que toda la Sabiduría, todo el Poder y todo el Amor que ellos poseen originan sólo de Mí, ¿por qué no acudes a Mí, desde luego, y Me dejas también prepararte, de manera que se haga posible que Yo exprese Mi Todo por Ti?

550. Tú eres una personalidad humana y, no obstante, Tú eres Divino, y en consecuencia, Perfecto.

551. La primera de estas aseveraciones la crees la segunda no la crees.

552. Sin embargo, ambas son verdad, En eso consiste el misterio.

553. Tú eres precisamente lo que crees ser.

554. Una cosa u otra, ¿cuál de ellas eres tú?, ¿o eres ambas?

555. Tú eres Uno conMigo. YO SOY (o estoy) en Ti, en Tu humana personalidad, en Tu cuerpo, mente e intelecto. YO SOY (o estoy) en cada célula de tu cuerpo, en cada atributo de Tu mente, en cada facultad de Tu intelecto. YO SOY el Alma, el principio activo de cada uno de ellos. Tú eres una célula de Mi Cuerpo; Tú eres un Atributo de Mi Mente; Tú eres una facultad de Mi Intelecto. Tú eres parte de Mi y, sin embargo, eres YO, Yo, Mismo, pues nosotros somos Uno, siempre lo hemos sido.

556. Y esta idea de un Maestro que traje a la atención de tu mente fue sólo para conducirte hacia la Idea de Mí o prepararte para ELLA, tu Ser Impersonal, un Ángel de Luz, una Radiación de Mi Ser, tu propio Divino Señor y Maestro en tu interno.

557. Sí, Yo, tu Ser Divino, Soy el Maestro que tu Alma te ha impelido a buscar, y cuando tú Me encuentres y sepas que YO SOY tu Ser, entonces, en tu conciencia humana, gratamente te convertirás en Mi discípulo; amorosamente estarás dispuesto a obedecerMe y sólo tendrás interés en servirMe con toda fe, tanto en tu propio interno como en lo interno de tus hermanos. Y entonces comprenderás por qué se dijo que solamente "Uno es tu Maestro, y éste es el Cristo".

558. Porque, Yo al ser el Cristo que moro en todos los hombres, SOY el Uno y Único ser de Ellos. Y, a través de todos los hombres, YO ESTOY siempre llamándote y tratando de llegar a impresionar tu conciencia humana. Y como ESTOY continuamente enseñándote, no sólo a través de cada ser humano, sino a través de cada ser humano, sino a través de cada necesario conducto requerido en el momento preciso, por ello es que Yo tengo muchos medios de llegar a tu
conciencia y utilizarlos para llevarte a la clara comprensión de Mi propósito o designio.

559. Yo hablo con muchas voces: con la voz del Terror, con la del Amor, de la Envidia, de la Bondad, de la Ambición, de la Ebriedad, del Placer, de los Celos, de la Sensualidad, del Sufrimiento, de la Vergüenza; sí, con la voz de todas las
pasiones, deseos y emociones humanos. Yo hablo con la voz de la Naturaleza, con la voz de la Experiencia, aun con la voz del humano conocimiento.

560. Sí, todas ellas son Mi Voz que Yo uso Impersonalmente para expresar el hecho insólito de que YO SOY (o estoy) en Todo y de que YO SOY el Ser de Todo (nada hay ni puede haber que no tenga su ser en Mí), y que lo que esta Voz dice en sus mil formas de expresión es que tú eres también parte de ese Todo y que YO SOY (o estoy) en ti, esperando que Me reconozcas, para que puedas cooperar conscientemente conMigo en expresar sobre la tierra Mi Idea de Perfección Impersonal, tal como Ella se expresa en los Cielos.

561. Solamente hasta cuando este reconocimiento venga podrás encontrar y saber quién es el verdadero Maestro; entonces y sólo entonces podrás comprender claramente por qué YO, tu propio Ser Impersonal, SOY el que puedo
ser para tu humana personalidad el único posible Maestro.

562. También hasta entonces comprenderás por qué, estando únicamente en la conciencia personal o separada, nunca podrás reconocer ni distinguir a algún verdadero Maestro con quien pudieras encontrarte en un cuerpo físico, pues eso
sólo te será posible cuando seas capaz de entrar a tu  Conciencia Cristo, Mi Conciencia en tu interno y en lo interno de Él (de ese Maestro con quien te encuentres), pues de no ser así tal Maestro no aparecerá ante ti más que como un buen amigo o un servicial preceptor.

563. Sólo hasta cuando hayas alcanzado esa Conciencia serás digno y capaz de conocer y comunicarte con tus compañeros en la Gran Fraternidad del Espíritu; sí, Aquellos que ya han dominado al "yo" inferior y que viven sólo para ayudar a que Sus hermanos menores encuentren a su vez al Divino Uno en su interno.

564. Si un ser viniera a ti en tu vida que te pareciera Divino y te permitiera que le llamaras Maestro, o, simplemente que con su actitud hacia ti te hiciera pensar que lo es, está seguro que el tal no es completamente Impersonal. Ese podrá ser uno de tantos Maestros en lo humano, pero nunca el Divino Uno a Quien tu Alma anhela servir.

565. Mas tal vez te sintieras satisfecho de tener a tal ser como a un Maestro, aunque no fuera completamente Impersonal. Si es así, sabe que a partir de ese momento Yo haré que te vayas dando cuenta de sus imperfecciones personales, a
base de una constante comparación con Mi Perfección Impersonal que haré surgir ante ti; para que de esa manera, tú, finalmente, tornes o recurras a Mí en completo abandono de tu parte, reconociéndome a Mí y a Mi Impersonalidad como al único Modelo o Ideal; como a la Única Causa que te inspiró y alentó en tu larga búsqueda externa de Mi Perfección, la que sólo podrás hallar en lo interno, oculta
en lo más hondo de tu propia Alma.


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