martes, 9 de junio de 2015

En reiki no hay más Maestro que la energía.



Todos tenemos cualidades propias para sanarnos…tenemos un sistema de auto-sanación que permite que nos recuperemos de desequilibrios físicos, a los que llamamos enfermedad, bloqueos emocionales a los que llamamos sentimientos reprimidos y de alteraciones psíquicas que denominamos enfermedades mentales.
Los desequilibrios energéticos internos, causan la pérdida de la salud en sus aspectos físico, mental y emocional. El Reiki forma parte de las técnicas que usan la energía para curar. Es una de las técnicas más sencillas y eficaces. Con el empleo del Reiki, las condiciones negativas se convierten en positivas.
La Acupuntura china que tiene más de 5,000 años, denomina Chi a la energía vital que circula por el organismo, la Acupuntura japonesa con 3,000 años de antigüedad la llama Ki y el Hinduismo la denomina Prana. Todos los seres vivos tenemos Ki, este Ki requerido por una víscera o un órgano, depende de la estructura y densidad de este. Si el Ki deja de circular totalmente en un organismo vivo, la vida se interrumpe.
El objetivo básico de un tratamiento Reiki, es integrar e interactuar en forma armoniosa el Rei, la energía del universo, con el Ki, la energía vital interna de los seres vivos:
1. En las personas, animales y plantas, para el restablecimiento de su salud.
2. En las personas, para la modificación de sus conductas, hábitos y actitudes. Según la Medicina China, la enfermedad o desarmonía pasa por cuatro estadios:
– Causa: Desconexión Espiritual que se dá de manera imperceptible y es no reconocer nuestra esencia espiritual, no reconocer a que hemos venido a esta vida.
– Manifestación Física: Síntomas de enfermedad.
– Patología: se desencadena la enfermedad
– Enfermedad autoinmune o cancer: La medicina Tradicional trabaja en estos casos sobre los efectos, es decir, los estadios 2,3 y 4. Las Terapias Complementarias (REIKI por ejemplo) devuelve al individuo a la Causa, desde el estadío en que se encuentre, reconectándolo con la Fuente y ayudándolo a que reconozca su esencia espiritual. Así, el paciente logra la reconexión con la Energía Maestra del Universo y consecuentemente se originan procesos de revitalización física, mental y emocional, que dan lugar a un estado de bienestar general y de salud.
Recibir ENERGIA VITAL, hace que cada individuo tome conciencia de su origen. La Armonización de nuestro espacio interior es tarea que no tiene edades, es para aquellos que están sanos o apariencia de enfermedad, para los que tienen heridas en el Alma o simplemente para estar bien. Se inicia en nuestro organismo una reacción natural que remueve y elimina los sentimientos de rencor, odio, envidia, enojo, cólera etc. los cuales solo sombrean nuestro Aura, elimina ese estado, retornando nuestro Ser al estado de Pureza. Toda emoción negativa o acción negativa trae como consecuencia infelicidad, enfermedad, perturbación mental y frente al estado de desarmonía tenemos dos opciones: Resignarnos a sufrir o recibir Reiki o Energía para purificar nuestro espacio interior y de esa manera recuperar el manejo de nuestro propio destino.
El maestro Usui dijo: “La meta final es comprender el antiguo método secreto para conseguir la felicidad y así descubrir una cura válida para muchas enfermedades”
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