domingo, 17 de mayo de 2015

La compasión.


Mensaje canalizado por Montse Macanás.
Martes 4 de junio de 2013 a las 16:34 horas.

Qué difícil es sentir compasión por alguien cuando ese alguien nos ha estado causando dolor y sufrimiento, cuando ese alguien se ha aprovechado de nosotros en momentos bajos o cuando ese alguien se ha reído de nosotros.
Queridos hijos y hermanos! La compasión, por muy difícil que sea de sentir y más de expresar, forma parte de nuestro crecimiento como seres de luz puesto que la compasión reside en lo más hondo de nuestro corazón.
La compasión es una virtud que nos distingue de los demás, es una virtud que nos hace fuertes pues nos hace afrontar nuestras debilidades, nos hace ser conscientes de cuánto dolor existe en nuestro ser para poder demostrarla.
Es una virtud que dado el esfuerzo al que debemos someternos para sentirla dentro de nuestro ser, de nuestro corazón, nos permitirá erigirnos, cuando lo logremos, como perfectos seres de luz.
Todos los seres de luz, los humanos y los celestiales, buscamos nuestro crecimiento, nuestra superación personal, nuestro cambio de vibración en el puro amor pero pocos nos acordamos de la compasión, tan ligada, tan unida a la pureza del corazón y del amor.
Ser compasivo no es ser indulgente, ni débil, ni exime a los demás de responsabilizarse de sus errores. La compasión nos hace más humanos y más celestiales pues nos ponemos en lugar de la otra persona y entendemos su dolor y sufrimiento, llegando a sentirlo en nuestro interior. La compasión nos permite acercarnos a los demás y fusionarnos con su dolor para ayudar a paliarlo. La compasión es como una tirita para el alma. La compasión ayuda a los que están sufriendo a poder liberarse de ese karma que arrastran, a poder liberarse de la pesada carga que arrastran para poder así optar al perdón. A través de la compasión es posible alcanzar el perdón, el perdonarse uno mismo, el perdonar a los demás, el aprender a pedir perdón.
La compasión beneficia tanto al que la ofrece como al que la recibe.
Queridos hermanos e hijos, no hace falta aprender a ser compasivo porque la compasión es inherente a nuestro ser. La compasión yace en el interior de cada uno de nosotros porque forma parte de la pureza de nuestro corazón.
La compasión nos ayuda a liberarnos para poder elevar nuestra vibración puesto que sentimos compasión hacia los demás pero sobre todo hacia nosotros mismos. No olvidemos, no olvidéis que todos sois espejos, que todos somos espejos y que cuando sentís compasión hacia los demás la sentís hacia vosotros mismos, de ahí la dificultad en sentirla porque quizás no estáis, no estamos preparados para esa emoción hacia vosotros, hacia nosotros.
En su día fui humana y aprendí al igual que vosotros que amar desde el corazón, desde el alma es extremadamente difícil de ahí que la recompensa por esa apuesta sea tan maravillosa. Recibimos aquello que damos, y dado que muchas veces actuamos desde la inconsciencia, por eso nos resulta tan difícil compadecernos de nosotros mismos puesto que la inconsciencia no sabe que la consciencia necesita esa compasión para crecer y elevarse.

Queridos hijos, dulces hermanos! Soy Kwan Yin, diosa de la compasión y de corazón os pido que sintáis la compasión vibrar en vuestro interior para poder aspirar a la más gran pureza del alma.
http://soyespiritual.com/

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