miércoles, 25 de febrero de 2015

Alimentación consciente. Bioenergía y claves de la biosalud en el Nuevo Paradigma.


El mesénquima compensa los desequilibrios ácido-alcalino y oxido-reductores del organismo si bien su capacidad se ve reducida con el tiempo y los hábitos de vida.

La alimentación es un factor esencial que afecta de forma determinante los procesos bioelectrónicos del organismo.

La alcalosis y la oxidación,contienen las claves fundamentales para determinar donde se desarrollan las enfermedades de nuestra civilización en función del equilibrio alimentario escogido por el agente.

El análisis de los alimentos, bebidas y sustancias medicamentosas desde la óptica de la bioelectrónica determinan los valores reales del único medio externo que evidentemente tenemos para proteger y equilibrar el terreno biológico que es donde se desarrolla la vida.

Vincent en su estudio bioelectrónico realiza una fotografía instantánea del organismo y de cualquier medio externo que entre en contacto con él, reproduce un sistema eficaz , para el descubrimiento precoz de los desequilibrios y predisposiciones del terreno, la medida de la energía aplicable al impacto eficiente de terapias y la evolución de las enfermedades, la valoración de sustancias medicamentosas y el control de las aguas y de la alimentación.

El estudio de cada alimento, bebida o sustancia medicamentosa tiende a ser único y debe tener en cuenta sus cualidades biológicas y peculiaridades nutritivas y de actividad farmacológica.

Si tomamos en cuenta el análisis de tres líquidos fundamentales del organismo, como son la orina, la saliva y la sangre, según el método de la bioelectrónica obtendremos tres parámetros que nos definen si el tejido fundamental, el mesénquima, esta oxidado-reducido y cargado o bien se presenta pobre en el contenido en sales minerales (resistividad).
Los alimentos, como pretendemos demostrar en este artículo, (medidos en condiciones especiales) frecuentemente se ubican en uno de los cuadrantes del diagrama BEV, clasificándose desde ácidos y oxidados hasta básicos y reducidos.

Por tanto, la clave fundamental consiste en reequilibrar el terreno hasta la normalidad mediante una dieta adecuada con los valores de la bioelectrónica, que compense o corrija los valores alterados desde el exterior: este es el objetivo real y final de cualquier aplicación de la metodología de análisis del organismo.

Una dieta como la mostrada en el esquema anterior indicaría que los procesos de oxidación se reducen mediante una mayor ingesta de algas verdes.

El nivel bacteriológico se ve reducido en los casos de alimentación basada en los parámetros anteriores.

El Agua que bebemos.

Es el constituyente principal de nuestro organismo. Si está muy cargada de sales minerales, no cumple más que parcialmente su función de vehículo de las reacciones de oxido-reducción y lo que hace es bloquear el sistema renal por sobrecarga de electrólitos.

Las sales minerales en exceso contenidas en la mayoría de las aguas de bebida son inasimilables y dan al agua un pH alcalino, favoreciendo así la aparición de cálculos renales y biliares, arteriosclerosis. sin ir más lejos, el agua idónea y óptima para beber no debería contener más de 5 mg/litro de nitratos.

El esquema de una alimentación consciente sería el siguiente:

Por tanto es clave la calificación de alcalinizante o acidificante de la composición alimentaria. La cuestión reviste un interés especial para los temas de nutrición, especialmente en los supuestos de equilibrio corporal, donde la desacidificación tiene un carácter prioritario.

No resulta extraño que a mayor desacidificación, menor es la incidencia de enfermedades tales como el cáncer e incluso puede llegar a ralentizarse el proceso de envejecimiento.

En alimentación el tiempo es primordial, y es el balance final el que debe ser alcalinizante, pues los alimentos constructores, tanto vegetales como animales, son parte fundamental cuando queremos nutrir y deben ser correctamente equilibrados por las verduras.

Las proteínas de origen animal son un elemento altamente acidificante, siéndolo menos las de origen vegetal (menos ricas en purinas); todos los alimentos que se presentan en la naturaleza en forma de grano, como los cereales integrales, las legumbres o las semillas, que tienen carácter equilibrador.

Desde el punto de vista mineral, son preferibles las semillas de oleaginosas que los aceites obtenidos a partir de ellas, pues estos son sus zumos y no son, por tanto, alimentos integrales. La integralidad, constituye una garantía del mantenimiento del equilibrio de la alcalinidad ya que contienen factores vitamínicos, oligoelementos y enzimas activadoras del metabolismo.

Una dieta rica en semillas oleaginosas aportaría vitamina B necesaria para la regulación del sistema nervioso central. (SNC), favoreciendo la resistividad de la regulación de los parámetrosbiolelectrónicos, particularmente el rH2. (No olvidemos que el rh2 es responsable de la ralentización de la oxidación orgánica).

El consumo de alimentos frios.

Conviene evitar el consumo de alimentos frios, así como cuando la resistividad de la sangre es muy baja el caso más frecuente,la orina suele presentar una resistividad elevada, como consecuencia de los hábitos modernos de alimentación. En este caso se trata de evitar alimentos desequilibrantes, como las solanáceas (tomate, patata, pimiento, berenjena, tabaco, …), las espinacas, los espárragos; Asimismo se deben evitar las carnes y embutidos y fundamentalmente los alimentos fríos.

Estas combinaciones anteriores multiplican los efectod de la acidificación-oxidación.

Volviendo incidentalmente al agua, conviene que esta se encuentre en la neutralidad del rH2 (24 y 26), el pH (6,5 y 6,8) La r >6000Q.

Una vez más nos encontramos con los equilibrios necesarios, entre donentes-receptores ácido y donantes receptores base:

1.-Donantes ácido.

Carne, ave, venado, salchichas, panceta, despojos (hígado, ríñones, seso), caldo de carne, pescado, queso, requesón, huevo (la clara contiene exceso de ácido, la yema sola de base), legumbres secas, espárragos, coles de bruselas, nueces, vinagre, mostaza, bebidas de alto contenido gaseoso, champán, cereales integrales.

2.-Productores de ácido.

Azúcar refinado, chucherías, chocolate, tartas dulces, helado, derivados de laharina, pastas, grasas y aceites hidrogenados y refinados, margarina común,aceites baratos, cereales pelados y refinados, arroz refinado, pan blanco y gris,café, limonada y alcohol.

3.-Donantes de base.

Patatas, leche cruda, nata, verdura, tubérculos, hortalizas, sopas de verdura,fruta y también frutas secas, almendras, hortalizas salvajes, diente de león, ortiga, hierbas para sazonar, berro, perejil, cebollino, mejorana, tomillo, romero,salvia, agua mineral sin gas.

4.-Combinación saludable.

Agua, grasas y aceites naturales, mantequilla, nueces frescas, combinaciones de los primeros y segundos grupos.

Conclusiones.

Mantener una dieta equilibrada es ideal para nuestro sistema bioenergético. La dieta mediterránea es excelente en este sentido, pues combina todos los ingredientes equilibradores considerados anteriormente.

La tendencia hacia la alcalinidad, es preferible a la acidez, de menara que la ruptura del equilibrio entre alcalinidad y acidez, puede producir enfermedades degenerativas que pueden llegar a ser irreversibles. Un exceso de dietas grasas, carnes, etc, acidificaría hasta un punto de generación de enfermedades tales como el cáncer. El riesgo en estos casos excede en 20 veces, respecto a las personas que mantienen una alimentación consciente.
 http://hermandadblanca.org/

Como bibliografía de interés sobre el tema, recomendamos:

Ackerrnan, L. V., 1. B. Weinstein and H. S. Kaplan. 1998. “Cáncer of the sophagus,”Cáncer in China, H. S. Kaplan and P. J. Tsuchitaui, New York, NY: Alan R. LIss Inc., pp. 11 1- 1 36.
Adesida, A., L. G. Edwards and P. J. Thornalley. 1999. “Inhibition of human leukemia 60 cell growth by mercapturie acid metabolites of phenylethyl isothiocyanate.” Food Chem. Toxico!. 34:385-392.
Afanas’ev, 1. B., A. I. Dorozhko, A. V. Brodskii, V. A. Kostyuk and A. 1. Potapovitch. 1999. “Chelating and free radical seavenging mechanisms of inhibitory actions of rutin and quercetin in lipid peroxidation,” Biochem.

Baker, R. A. 1984. “Potential dietary benefits of citrus pectin and libre,” Food Technol.,11:133-139.

Beretz, A. and J.-P. Cazahaye. 1998. ‘The effect of flavonoids on blood vessel wali interactions,” Plant Flavonoids in Biology and Medicine 11. V. Cody, E. Middieton, J. B. Harborne and A. Beretz, New York, NY-Alan R. Liss, Inc. pp. 187-200.

Busse, W. W., D. E. Kopp and E. Middieton. 1984. “Flavonoid modulation of human neutrophil funetion,” J. Aliergy Clin. Immunol., 73:801-809.
Caims J., The cáncer probiem dans Scient. Amer., vol. 223-5, pp. 64-78, 1975.
Cerda, J. L, R L. Robbins, C. W. Burgin, T. G. Baumgartner and R. W. Rice. 1988 “The effeets of grapefruit pectin on patients at risk for coronary heart disease without altering diet orlifestyle,”Clin. Cardiol., 11:589-594.

De Whalley, C. V., S. M. Rankin, R. S. Hoult, W. Jessup and D. S. Leake. 1990 ”Flavonoids inhibit the oxidative modification of low density lipoproteins by maerophages,” Blochem. Pharmacol., 39:1743-1750.

Escribano-Bailón, M. T., M. T. Guerra, J. C. Rivas-Ganzalo and C. Santos-Buelga. 1995. ”Proanthocyanidins in skins from dífferent grape varieties,” Z. Lebensm. Unters Forsch., 200:221-224.

Gillitand, S, E. and D. K. Waiker. 1990. “Factors to consider when seiecting a culture ofLactobacillus acidophilus as a dietary adjunet to produce a hypocholesterolemie effect in humans.” J. Dairy Sej. 73:905-911.

Gortner, W. A. and V L. Singleton. 196 1. “Carotenoid pigments of pincapple fruit. 1. Influence of faiit ripeness, handling and processing on isomerization,” J. Food Se., 26:53-55.

Ohno, K. and H. Nakane. 1990. “Mechanism of Inhibition of various celluiar DNA and RNA polymerases by severa¡ flavonoids,” J. Biochein., 108:609-613.
Okamura, N., R. Nakaya, H. Yokota, N. Yamai and T. Kariashinia. 1986. “Interactlon of Shigella and BIjIdobacteria.” Blfidobacteria Mieroflora 5:51-55.
Okeda, T. and K. Yokotsuka. 1996. ‘Trans-resveratrol concentrations in benry skins and wines from grapes grown in Japan,” Am. J. Enol. Vltlc, 47:93-99.

Park, G. L., S. M. Avery, J. L. Byers and D. B. Neison. 1983. “Identification of bioflavonoid
from citrus,” Food Technol., 37:98- 2821 05.
Pederson, C. S. 197 1. “Grape juice,” Fmit and Vegetable Juice Processing Technology. D.K. Tessier and M. A. Josiyn, New York, NY. Van Nostrand Reinhold/AVI. pp. 234-271.
Petersen, Wl. A. 1993. “Influence of sous vide processing, steaming and boiling on vitamin retention and sensory quality in broecoli florets.” Zeitsch. Lebensm. Unter. Forseb. 197:375-380.
Peynaud, E. andp. Ribereau-Gayon. 1971. ‘The grape;’TheBiochemistry of Fruits andtheir Produets, Vol. 2. A. C. Hulme, London: Academic Press, pp. 172-205

Renaud, S. C , A. D. Beswick, A. M. Fehiiy, D. S. Sharp and P. C. Elwood. 1992. “Alcoholand platelet aggregation: the Caerphilly prospective heart disease study,” Am. J. Clin. Nutr.,55:1012-1017.

Stasse-Wolthius, M., H. F. F. Albers, J. G. C. van Jeveren, J. W. dejong, J. G. A. J.Hautvast, R. J. J. Hermus, M. B. Katan, W. G. Brydon and M. A. Eastwood. 1980.”influence of dietary libre from vegetables and fruits, bran or citrus pectin on serum lipids, and colonie funetion,” Am. J. Clin. Nutr., 33:1745-1756.
Stavric, B. and T. 1. Matula. 1992. Flavonoids in foods: Their significance fdr nutrition and health.” Lipid-Soluble Antioxidants, Augustine et al., Basei, Switzeriand: Birkáuser Verlag. pp. 274-294.

Tsuda, T., M. Watanabe, K. Ohshima, S. Norínobu, S.-W Choi, S. Kawakishi and T. Osawa. 1994. “Antioxidative activity of the anthocyanin pigments eyanidin 3-0-0-D-glucoside and eyanidin,” J. Agrie. Food Chem., 42:2407-2410.
Ustünes, L, M. Ciaeys, G. Laekeman, G. Hermán, A. J. Viieúnck, and A. Ozen 1985. ”Isolation and identification of tiwo isomerie trihy&oxyoctadecenoie acids with prostagiandin E- like activity from onion bulbs (Allium cepa).” Trostagiandins 29:847-851.
Van Baiken, J. A. M., T. J. G. M. van Dooren, W. J. J. van den Tweel, J. Kampbuis and E.M. Meijer 1991. “Production of l-kestose with intact mycelium of Aspergillus phoenicic containing suerose- 11-fructosyltransferase.” Appl. Mierobiol. Biotechnol. 35:216-221.

Andrea Cassiragi & StarViewerTeam International 2012.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario